Al principio, creó Dios el cielo y la Tierra…” dice el Génesis bíblico, y prosigue narrando los trabajos que se tomó Dios para completar su obra, hasta que en el sexto día creó al hombre y a la mujer. A cada cosa creada, correspondía una frase: “Y vio Dios que era bueno…”
Así, Adán fue el primer ser humano según la tradición judeocristiana, que tanto ha influido nuestra cultura nacional. En Mexicadanadas, me pregunto entre otras cosas: ¿Dónde podemos encontrar al “Adán primigenio nacional”? ¿Cabrá decir que al verlo, dijo Dios que “era bueno”?
La obra es un viaje de reflexión sobre nuestra identidad que comienza con una revisión poco ortodoxa e irreverente de la historia oficial, para después poner sobre la mesa lo bueno, lo malo, lo feo y lo cómico de pertenecer a una de las culturas más diversas e insólitas del planeta, que es capaz de reírse de la muerte y comérsela convertida en golosina de azúcar.
Adán Zhubert, actor y cantante tapatío cuya inquietud originó esta aventura escénica, me propuso cinco temas a tratar en la obra, y la idea de que fuera un alebrije quien guiara al espectador por un viaje de reflexión sobre México. El proyecto original partió de abordar los siguientes aspectos: la discriminación, la migración, la política, la televisión y la situación de la mujer en nuestro país.
Me di entonces a la tarea de escribir el texto y propuse como tema eje la identidad, lo que me dio pie a integrar otros tópicos como la historia nacional, el malinchismo, el chauvinismo, la sexualidad de los mexicanos y los mitos que, aún hoy, persisten en nuestra cultura.
Así, Adán fue el primer ser humano según la tradición judeocristiana, que tanto ha influido nuestra cultura nacional. En Mexicadanadas, me pregunto entre otras cosas: ¿Dónde podemos encontrar al “Adán primigenio nacional”? ¿Cabrá decir que al verlo, dijo Dios que “era bueno”?
La obra es un viaje de reflexión sobre nuestra identidad que comienza con una revisión poco ortodoxa e irreverente de la historia oficial, para después poner sobre la mesa lo bueno, lo malo, lo feo y lo cómico de pertenecer a una de las culturas más diversas e insólitas del planeta, que es capaz de reírse de la muerte y comérsela convertida en golosina de azúcar.
Adán Zhubert, actor y cantante tapatío cuya inquietud originó esta aventura escénica, me propuso cinco temas a tratar en la obra, y la idea de que fuera un alebrije quien guiara al espectador por un viaje de reflexión sobre México. El proyecto original partió de abordar los siguientes aspectos: la discriminación, la migración, la política, la televisión y la situación de la mujer en nuestro país.
Me di entonces a la tarea de escribir el texto y propuse como tema eje la identidad, lo que me dio pie a integrar otros tópicos como la historia nacional, el malinchismo, el chauvinismo, la sexualidad de los mexicanos y los mitos que, aún hoy, persisten en nuestra cultura.
Mexicadanadas se estrenó el 3 de noviembre de 2006 en la Sala Higinio Ruvalcaba del Ex Convento del Carmen en Guadalajara. De entonces a la fecha se ha presentado en diversos foros del Estado de Jalisco, como Puerto Vallarta, Ocotlán, Ameca, Tala y Autlán, y participó en el XII Festival Internacional de Teatro de Campeche y en el IV Encuentro Nacional de Escritores en la Región de los Ríos, en el teatro Cine Morón de la Ciudad de Palizada, Campeche.
